En la noche del debut de Carles Marco, se dio la casualidad de que dos de los últimos entrenadores palentinos (Sergio García y Joaquín Prado) se encontraban en las gradas del pabellón palentino. En el público se notaba el deseo de ver si se nota ya la mano del entrenador catalán en el equipo morado. De inicio la defensa palentina era más contundente que la de Força Lleida permitiendo al equipo local correr y anotar con facilidad desde diversas situaciones de juego. El equipo de Jorge Serna mostraba claramente sus cartas, buscando cargar su juego en los hombres interiores, no en vano 14 de sus primeros 22 puntos los anotaron sus jugadores interiores. Por parte local, destacó el primer cuarto de Urko Otegi en unos primeros minutos con muchas rotaciones. En esas rotaciones destacaron los buenos minutos de Zubizarreta que anotó 5 puntos en sus dos primeras acciones (un robo de pillo y un triple) y demostró que puede tener un rol más importante del que ha disfrutado hasta la fecha.
Con un baloncesto rápido y divertido, Chocolates Trapa Palencia recordaba durante los primeros 10 minutos, al equipo que había hecho disfrutar en pretemporada (30-22).
El segundo cuarto ya fue otra historia con ambas defensas subiendo en intensidad, convirtió cada canasta en un triunfo y el resultado de los segundos diez minutos lo deja meridianamente claro (12-9). Fue en este periodo cuando el jugador Massine Fall (#31) tuvo que retirarse de partido, por una lesión que propio entrenador reconoció que “no tiene buena pinta”. Los jugadores se fueron a vestuarios con un (42-31).
El regreso del descanso fue positivo para Força Lleida puesto que al peligro de se juego interior, lograron sumar el acierto desde el triple. Con un triple de Djuran, el conjunto visitante logró ponerse a un solo punto (58-57) evidenciando que la superioridad morada de los primeros diez minutos, se había evaporado. Un triple de Vasturia permitía que el equipo de Carles Marco encarase los últimos diez minutos con 4 puntos de ventaja (63-59).
Obviamente con un marcador tan ajustado y tras lo vivido en los últimos partidos como local, la tensión hizo mella en el juego, costando mucho anotar. Para ver los primeros puntos debieron pasar dos minutos, y otro intervalo de más de 2 minutos hasta las siguientes canastas (66-62) a falta de 5:12. Una vez que ambos equipos se liberaron de esa tensión y se anotaba con más fluidez, emergió la figura de Cvetinovic que mas alla de puntos, rebotes etc etc aportó muchas cosas que no se reflejan en la estadística. Y con un Força Lleida que nunca tiro la tolla, apoyándose en un gran partido de Stutz, se vivió una victoria (81-77), con un final tan ajustado que, por momentos, el fantasma de las derrotas pasadas sobrevoló el pabellón.
Triunfo importante ya que, desde el 21 de diciembre de 2018, la afición morada no vivía una victoria de su equipo en el pabellón municipal y además de algunas mejoras en esfuerzo defensivo, hemos podido disfrutar de una buena versión de Zubizarreta.
En lo negativo, encontramos el hecho de que Hermanson ha vuelto a pasar desapercibido, sin recibir un solo tiro liberado y el poco protagonismo de los “cincos locales”, Rokas Gustys (15 min 15 seg) y Kone (13 min 16 seg), mientras veíamos como Força Lleida atacaba buscando constantemente jugadores a sus hombres grandes.
Rueda de prensa de Jorge Serna
Rueda de prensa de Carles Marco
Resumen del CHOCOLATES TRAPA 81-ICG FORÇA LLEIDA 77
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