Un “trono” apetecible

Tras los éxitos de Natxo Lezkano al mando de Palencia Baloncesto, la directiva tiene que tomar una decisión complicada, decidir el nombre del próximo capitán de la nave palentina para la temporada 2015/16.
Desde esta web siempre hemos dejado clara nuestra apuesta por 3 nombres para el banquillo local:

-Natxo Lezkano: Ahora ya descartado.

-Porfi Fisac: Al parecer casi descartado por sus ofertas ACB, aunque ahora según la Cadena SER podría estar muy cerca. ¿Qué habrá cambiado?

-Sergio García: Segundo entrenador en la “Era Lezkano” y por lo tanto conocedor de la idiosincrasia del club.

La lista de nombres aparecida en los diferentes medios es realmente amplia (Aranzana, R. Casas, Jesús Sala … etc etc) y aun así, hay entrenadores que se han quedado fuera de la rumorología.
Todos los nombres que hemos podido leer y escuchar son grandes entrenadores pero habría que poner unas bases a la contratación del nuevo entrenador de un club que esta en crecimiento. El perfil ideal sería un técnico que tenga ilusión por dirigir a este equipo, conozca la liga, apueste por un baloncesto atractivo y genere ilusión.

Aranzana y Ricard Casas son entrenadores a los cuales no veo en LEB Oro, da la sensación de que están “fuera” de esta competición y sus últimas temporadas en España no son precisamente un aval.

Jesús Sala es un entrenador con muchas simpatías en Palencia, pero él mismo decidió dejar un banquillo de Adecco Oro para ejercer de director deportivo, aunque luego acabó enrolándose en el cuerpo técnico de Fuenlabrada. Las circunstancias le llevaron a ocupar el puesto de primer entrenador del teóricamente descendido club fuenlabreño. Da la sensación de que la Adecco Oro ya no le genera ilusión y tenga sus miras puestas en la primera competición nacional.

Otro nombre que ha sonado con fuerza es Joaquín Prado. El técnico asturiano está realizando unas grandes campañas en Lleida, sacando buen rendimiento de plantillas de nivel bajo medio. Pero su propuesta baloncestística no es la que más ilusión genera, incluso en un amplio sector de la afición ilerdense.

Agustí Julbe, el que fuera ayudante de Xavi Pascual en el FC Barcelona durante 4 temporadas tuvo como primera experiencia este año en CB Prat. El equipo catalán descendido a la Adecco Plata no es un buen referente para valorar las aptitudes de Julbe. La filosofía de un club/equipo de formación no es equiparable a la de otros clubes de LEB Oro.
Roberto González realizó una gran labor en Valladolid en la ACB pero con los problemas en la entidad pucelana decidió dejar el baloncesto profesional hace dos veranos y dedicarse a la docencia. Aun así, siguió de entrenador en Primera Nacional y este verano ha logrado el ascenso a liga EBA con CB La Flecha. Tras dos años fuera del baloncesto nacional, su fichaje resultaría una gran incógnita.

Luis Guil es otro gran entrenador español que ha tenido que emigrar a Venezuela.
El actual entrenador de Bucaneros de la Guaira (Con Pete Mickeal y Hernández Sonseca en la plantilla) y seleccionador español U-18 ha sido nombrado mejor entrenador del país caribeño esta temporada.
Sinceramente resulta complicado creer que con lo que se paga en ese país, el objetivo de Guil sea entrenar en Adecco Oro.

Con todos esos pros y contras, nuestra apuesta personal es Sergio García.
Sin duda es un gran conocedor de la liga tras analizar exhaustivamente a todos los equipos de la competición durante 7 temporadas, en una labor de scouting destacada por muchos jugadores.
El conocimiento del club y la ilusión por entrenar a este equipo están fuera de toda duda y el compromiso de alguien que esta afincado en la ciudad es un plus que tanto en jugadores como entrenadores un club debe aprovechar.
Su apuesta por un determinado estilo de juego, debe ser él quien la descubra cuando tenga la oportunidad y quizás haya llegado el momento. Pero eso ya es labor de las directivas de los clubes (muchos) que en estos días comienzan con sus “entrevistas” para buscar técnico con el perfil que mas se adapte a cada club.

¿Una apuesta arriesgada? ¡Quizás!….. o quizás no, el baloncesto está lleno de casos en los que dar la oportunidad a un técnico “de la casa” se convierte en un gran acierto para esos clubes.