
Ni el héroe del ascenso, Chumi Ortega, pudo evitar la derrota
Zunder Palencia 76 – Básquet Girona 80
Zunder Palencia volvió a caer por la mínima, un nuevo «casi», un nuevo «disfrutar» de la ACB que no debe disfrazar una derrota que se decantó en la segunda parte principalmente por el desacierto palentino ante un rival que bien pudo ser victoria con un poco más.
Sí, volvió a disfrutar el Pabellón Municipal de un buen espectáculo ACB, pero no puede convertirse en costumbre porque tampoco se ha venido a esta liga «solo» para disfrutar sino también para ganar, y para ganar se necesita acierto, y espíritu, como el que demuestra cada jornada un Chumi Ortega que sirve de ejemplo a todos sus compañeros en cuanto a trabajo y compromiso, da igual el orden, y que debe ayudar al resto de sus compañeros como guía.
Los de Marco Justo volvieron a tener un encuentro más carencias similares, bajos porcentajes de tiros de tres, problemas para cerrar el rebote defensivo, y cierta precipitación en la recta final del encuentro tras una primera parte ordenada, pero en la que no se consiguieron buenas diferencias.

Se iniciaba el partido con los equipos encontrando casi vía libre a canasta, mucho ritmo y acierto por parte de ambos equipos, con los primeros puntos de Whittington, y Pasecniks haciéndose fuerte en ataque principalemente, porque en defensa, los colegiales dejaban demasiados espacios para el tiro exterior o dejaban que la mágica mano de de Quino Colom, dejara canastas fáciles a los del ex de Palencia, Salva Camps. Aun así la igualdad imperaba y se llegaba al final de los 10 primeros minutos con empate a 20.
Iniciaban los de Marco Justo los segundos diez minutos con otro aire, mejor en defensa, y repartiendo puntos entre interiores y exteriores, un inicio que debía parar el técnico visitante mediado cuarto con 31 a 27 para los palentinos. Girona volvía a reaccionar para situarse momentáneamente por delante pero el mejor de Palencia en el encuentro, Chumi Ortega, y Franke de más a menos en el partido, situaban a los palentinos por delante al descanso y daban esperanza a la victoria, 40 a 38.
Tras el descanso Chumi Ortega hacía saltar de sus asientos a los aficionados con dos 2+1 consecutivos marca de la casa, con esa fuerza e intensidad que le caracterizan, ampliaba la ventaja de los palentinos a la vez que alimentaba a una grada hambrienta del capitán. Pero lo que son las cosas, los mejores minutos de Palencia, tanto en defensa como en ataque, se veían cortados por la intensidad de la defensa gerundense, y un arbitraje que encrespaba a la grada con tantas decisiones dudosas delante de los colegiados que la afición no podía entender.
Entre crispación y comienzo de la ansiedad palentina, los visitantes daban la vuelta al marcador con triple de Fjellerup (el único que anotó en el partido) y un tiro libre final que situaban el 61 a 62 en el marcados.
Para ganar hace falta diferenciarse del rival, y Girona contaba con la inteligencia y mano de Quino Colom, y así se pudo ver durante el último cuarto donde el base de Girona dominó el tiempo de partido, anotando y asistiendo para que su equipo tomara la máxima renta del partido mediado el cuarto, 65 a 72.
Aunque aun no es una estrella, los galones en Zunder Palencia los lleva un hombre, Chumi Ortega, que desde la línea de tres y desde el tiro libre, acercaban al conjunto palentino hasta el 70 a 72, y con cinco puntos abajo se entraba en el último minuto donde los palentinos con cuatro abajo, y opciones de acercarse, erraban el pase para dejar la victoria para los de Salva Camps que supieron manejar mejor la ansiedad de la victoria y la ambiental, y para eso está Quino Colom. Finalmente 76 a 80, y nueva oportunidad de sumar la segunda victoria el próximo sábado ante Murcia.
No es día de flagelos pero sí para vivir la realidad, el Pabellón puede ser una fiesta pero en la cancha hay que luchar y estar concentrados los 40 minutos, porque de nuevo la sensación que queda es que la victoria pudo quedarse en casa, y el «casi» no vale.
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