Segundo puesto histórico para Quesos Cerrato Palencia | Baloncesto con P, de Palencia claro

Quesos Cerrato Palencia 62 – Melilla Baloncesto 54

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Día histórico para el deporte palentino y para el baloncesto a nivel particular. Quesos Cerrato Palencia alcanza certifica el segundo puesto en la Adecco Oro, la segunda categoría del baloncesto español, y logra la mejor clasificación de la historia de un deporte colectivo en nuestra provincia, un logro que hay que valorar teniendo en cuenta la historia de este equipo, como se ha ido avanzando poco a poco, y en el que hay que valorar el ejemplo de muchas partes, desde las plantillas que han pasado por este club, como técnicos y sobretodo Natxo Lezkano, así como afición (que siempre ha estado ahí), y como no, una directiva cuyo trabajo es impagable. Un día para el recuerdo.

Anoche el equipo palentino venció a Melilla Baloncesto y se aprovechó de la derrota de Ribeira Sacra Breogán Lugo en Lleida, unos resultados que clasifican ya de forma directa a los palentinos como segundos de la clasificación.

No fue un encuentro brillante, tampoco malo de los colegiales, condicionado tal vez por una defensa melillense incómoda con constantes alternativas defensivas pero rota en particular por un excelso Quique Garrido que fue el hombre que marcó el partido.

Comenzó el partido con dominio melillense; un parcial de 0 a 4 roto por Nick Barbour con un triple avanzado el minuto de partido, y completado con otra canasta de Rejón que devolvía el parcial para poner por delante a los palentinos prácticamente ya durante el resto del partido.

Palencia dominaba en el electrónico, pero no el juego, ya que ninguno de los dos lograba superar las defensas impuestas por sus técnicos y al final del cuarto, tras muchos fallos por parte de ambos conjuntos, se llegaba con escaso 15 a 13 tras anotar Brother a 1:15 la última canasta del cuarto.

En el segundo Abouo anotaba un triple de salida, un pequeño empujón que rápidamente se encargaba de de frenar Melilla con otro parcial de 0 a 4 que les ponía por delante y que obligaba a Lezkano a pedir tiempo muerto con 7:15 para el descanso.

Pero si Melilla estaba espeso en ataque, los palentinos tampoco andaban finos, y no era hasta un minuto después del tiempo muerto, que Bravo, desde el triple, rompía la sequía y Abouo, de la misma forma, completaba un 6 a 0 que situaba a los palentinos con 24 a 19.

El parcial no se traducía en una rotura de partido, ya que el encuentro avanzaba con una puntuación baja que beneficiaba a los visitantes que empataban a 28 a dos minutos del final. Poco antes, a tres minutos, Melilla cometía su primera falta del segundo cuarto, acabaría en el tercero con solo 5 faltas.

Garrido desde el triple rompía la nueva sequía, Bravo con otro más lo ampliaba y al descanso se llegaba con 36 a 31.

A la vuelta de vestuarios los palentinos salían con mayor ritmo; de nuevo Garrido con un triple situaba a los colegiales con la máxima ventaja, 43 a 35, y tras un tiro libre anotado por Otegi, Alejandro Alcoba pedía tiempo muerto, 44 a 35 y faltaba 6:40 para el final de cuarto.

Pino anotaba triple en la jugada tras el tiempo muerto, y los palentinos comenzaban a caer en los fallos en el pase, provocados en parte por las defensas alternativas melilleses, mayormente en zona, y la ventaja iba menguando hasta situarse Melilla a solo tres puntos, 50 a 47, tras canasta de Durley.

El partido no estaba decidido, pero los primeros minutos marcaban definitivamente el partido. Garrido anotaba un canastón a lo Navarro elevando el balón por encima de Durley y el propio Garrido anotaba un triple para situar 55 a 47 en el marcador que obligaba a pedir tiempo a Alcoba.

Los minutos pasaban, y a pesar de las dificultades para anotar, Melilla no daba sensación de peligro. Barbour levantaba a la afición de los asientos en dos ocasiones, primero con un triplazo sobre la bocina y desde el medio del campo, y luego anotando en contrataque tras robo de Abouo. Faltaban 3 minutos y Alcoba pedía tiempo muerto con 60 a 50 en el electrónico.

De aquí al final poco se vio, una victoria cómoda de los palentinos ante un Melilla que en el último cuarto desapareció, pero una victoria merecida en un partido extraño en el que los de Alejandro Alcoba aguantaron hasta el final del tercer cuarto, pero sin dar sensación de peligro, y en el que los melillenses acabaron con solo 9 faltas, una solo en el tercer cuarto, 4 en los dos primeros, y el resto en el último.

Lo mejor: No hay ninguna duda. El factor diferencial del encuentro fue Quique Garrido, que realizó su mejor encuentro de la temporada con los palentinos. También hay que destacar a Nick Barbour o Charles Abouo, ambos muy bien en defensa, pero en ataque también estuvieron correctos.

Lo peor: Fue un partido extraño. Melilla «solo» cometió 9 faltas, extraño en cualquier partido de la Adecco Oro, y eso que complicó en defensa a los palentinos, con una pareja arbitral siempre discutible, sobretodo en el caso de Carpallo, que precisamente no suele mirar con buenos ojos a los colegiales. Muchos fallos y pérdidas absurdas de los palentinos.