Unión Financiera Oviedo Baloncesto 51 - Quesos Cerrato Palencia 63
Unión Financiera Oviedo Baloncesto 51 – Quesos Cerrato Palencia 63
Quién nos iba a decir en aquel año 2000, cuando este club, el CD Maristas, iniciaba su andadura por la EBA, que 14 años después, Palencia, el baloncesto palentino, estaría a las puertas de la mejor liga de Europa, la Liga ACB.
Por el camino se han quedado muchas personas muy vinculadas al club y a este deporte que tantas alegrías nos ha dado, y por ellos, por todos aquellos que como dirigentes, como jugadores, como aficionados, como patrocinadores, como instituciones, han aportado su pequeñito grano de arena, el poder jugar la final por el ascenso, es como el premio de la lotería de Navidad, un premio muy repartido con la pedrea de poder jugarla con un vecino, Ford Burgos. No es un sueño, lo que vive Quesos Cerrato Palencia es realidad.
Quesos Cerrato Palencia logró sacarse este domingo la espina de Pumarín, en un feo partido en líneas generales, pero espectacular por la emoción que durante todo el encuentro se vivió, sin grandes diferencias, con todo en juego, pero que esta vez cayó en las manos de un gran Palencia.
Iniciaba Oviedo el partido intentando imponer su ritmo con un parcial de 7 a 0 pero Urko sacó a relucir todo su arsenal y clase para empatar rápidamente el partido y entrar en unos minutos con muchos nervios y fallos, tónica durante el partido, aunque los locales lograrían ponerse con 15 a 9 a poco más de un minuto, pero Rejón con dos tiros libres dejaba la diferencia en 4.
Un taponazo de Barbour permitía a los palentinos impedía que los locales anotaran y tras falta local, con 4 segundos de posesión, Forcada recibía un gran pase pero con demasiada fuerza que no lograba controlar y el cuarto acababa con 15 a 11. Se había parado el primer empujón de los ovetenses.
El segundo cuarto tenía un guión similar, con los palentinos muy cerca, pero sin lograr ponerse por delante. Las diferencias durante los primeros minutos se estabilizaban entre los 2 y 4 puntos, pero algo menos de 3 minutos, tras unos pasos de Bravo, Oviedo daba un pequeño empujón para volver a ponerse como al principio de partido con 7 de ventaja, 26 a 19.
Y en ese momento surgía la gran figura del partido, el hombre que había echado en falta Palencia, Roger Fornas. Primero anotaba en una de esas típicas acciones suyas de garra, y luego sorprendía a todos con un triple a tabla con poca posesión, y el conato de escapada de Oviedo se desvanecía, aunque quedaba un ligero sabor amargo al anotar Oviedo sobre la bocina del final del cuarto, 28 a 25.
El partido seguía muy abierto, se notaban los nervios en ambos equipos y la responsabilidad en cada ataque. Oviedo no tenía acierto desde la línea de tres pero Palencia tampoco acababa de cerrar el rebote defensivo y eso creaba demasiadas segundas oportunidades.
Tras el descanso Palencia tenía su momento de peligro en los primeros instantes, algo casi habitual ya, y de nuevo los fallos, los problemas de rebote permitían tomar 6 de ventaja a Oviedo, 33-27.
La sangría la cortaba bravo con la típica jugada de fondo que tan buen resultado le da a Palencia, y tras varios ataques fallidos de ambos, con las dos defensas a un gran nivel, volvía a aparecer Fornas, dos tiros libres y otro triple marca de la casa que ponía a los palentinos por primera vez por delante, 33 a 34, algo que ya no abandonaría hasta la victoria final, ya que así acabaría el cuarto, un parcial de 4 a 9, pobre, con muchos errores por parte de ambos, pero con los palentinos por delante al fin.
Quedaban 10 minutos de emoción, de intensidad, y Oviedo apostaba una vez más por imprimir velocidad en su juego, obligando a los palentinos a devolver cada canasta con mucho esfuerzo. Si en el cuarto anterior la anotación había sido muy pobre, en este, con todo en juego comenzaba a dispararse, con anotación por parte de ambos equipos en cada ataque.
Barbour también quería ser protagonista hoy, se había perdido demasiados partidos y quería ser parte de la historia. Un triple suyo abría los mejores momentos de los palentinos, cortando en defensa cada pase, y en ataque atacando sin los nervios de los minutos anteriores pero la acción clave se daba tras una nueva recuperación de los palentinos, Garrido salía en contrataque y un jugador de Oviedo realizaba cortaba el contrataque con una acción digna de un partido de fútbol, que los colegiados señalaban como antideportiva.
Garrido, tras unos instantes recuperándose, anotaba los dos tiros libres y en la jugada posterior, quién sino, Roger Fornas anotaba un triple que daba esperanzas a los palentinos, 40 a 48.
Pero este Oviedo ha sabido recuperarse en otros partidos, como el viernes, y dos acciones consecutivas volvían a meter a los de Arenas en el partido, pero esta vez Lezkano pedía tiempo muerto para controlar el partido.
Forcada anotaba tras el parón, y devolvía la tranquilidad, ya que Oviedo apostaba por el triple sin acierto y a pesar de la presión local, Palencia sabía a lo que jugaba. Un triple de Barbour y otro posterior de Fornas daban la máxima de Palencia, 46 a 56, y entre faltas y tiros libres, Palencia volvía a superar un nuevo reto, Pumarín, pero algo más importante llegar a la final por el ascenso a la ACB y seguir ilusionando a una afición que vive en una nube de felicidad. No es un sueño, es la realidad.
Ahora ya sí, ahora ya se puede pensar en Ford Burgos, una final 100 % castellano leonesa, una gran fiesta para ambas aficiones, un reto para ambos, pero para Palencia, esto ya es una fiesta y la vamos a disfrutar.
Pero antes de disputar esta final, disfrutemos de esta victoria, disfrutemos de este equipo, disfrutemos de la gran página que está escribiendo el equipo palentino en el deporte provincial, disfrutemos más que nunca de todo ello, porque al igual que los éxitos vienen, también se van, pero en el presente, hoy por hoy, nos toca vivir una gran alegría y sobretodo, pase lo que pase frente a Burgos, pase lo que pase la próxima temporada, valoremos lo que hoy en día tenemos, un pedazo de equipo.
Lo mejor: Hoy el equipo palentino supo manejar mejor los últimos minutos, cortando Lezkano con tiempo muerto la reacción de los locales, y sacando el balón con mayor rapidez, impidiendo los dos contra uno de los locales.
El hombre del partido fue Roger Fornas, al que se ha echado mucho en falta estas dos semanas de ausencia, no solo por lo que aporta en defensa o en el rebote, sino por el carácter ganador de un jugador que es muy querido por los aficionados.
La vuelta a las canchas de Fornas y Barbour, han sido también dos grandes noticias, ya que a ambos se les ha visto con mucho hambre de victoria y el equipo, ante el potente Ford Burgos, les va a necesitar.
Urko Otegi es el único de los actuales jugadores del Quesos Cerrato Palencia que conoció el estreno del equipo colegial, para él será también algo muy importante, porque con él y sus compañeros de aquel equipo, se inició este sueño, que esperemos continúe.
En el baloncesto como en cualquier deporte, la alegría de unos es la decepción o las lágrimas de otros, pero Oviedo Baloncesto, en su primera temporada en la Adecco Oro, ha puesto las bases para que en su ciudad el baloncesto se convierta en el deporte principal, y ese más allá de todo, debe ser el gran éxito que tienen que celebrar. Han realizado una gran temporada, y solo queda aplaudirles.
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