Eldana C.B. – Muebles Carlos Pastor (63-58)

Eldana acaba con su maldición y vence a su bestia negra 3 años después. Además, una victoria que le afianza en la 2ª posición para los cruces de octavos de final, emparejándole con el C.B.Montemayor, clasificado en 7ª posición.

Hemos presenciado un partido de los que no deja indiferente a cualquiera que lo haya presenciado en directo, igualdad, intensidad, jugadas conflictivas y victoria final para los locales, con explosión de satisfacción para jugadores y afición.

Defensa individual de ambos equipos, que en unos cuartos u otros se va decantando hacía un lado u otro dependiendo de aspectos muy puntuales que fueron girando en torno al aspecto físico de los 2 equipos.

El primer cuarto termina con un empate a 14 como no podía ser menos al estar los 2 equipos más pendientes de frenarse en ataque que de su propia producción ofensiva. En el segundo periodo, y gracias a una buena defensa y bloqueo de su propio rebote, el Eldana puede jugar con mucha más soltura y claridad en ataque consiguiendo una máxima renta de 9 puntos, que al final de cuarto se ve reducida a 6 con un 33-27, que aunque no dejaba nada claro para ninguno, daba la impresión de un juego en más progresión para los locales que para los visitantes.

Tras el descanso, Eldana comenzó a tener problemas en ataque con muchos fallos en el lanzamiento exterior con tiros relativamente fáciles y una defensa con más lagunas en el bloqueo de su rebote ofreciendo más de una posibilidad en los ataques de los de Cuellar.

Entramos en el último periodo y a falta de 8 minutos tras 2 triples consecutivos de Cristian, los locales tienen que solicitar un tiempo muerto con 11 puntos de desventaja y muchas dudas tanto en ataque como en defensa; a partir de aquí pudimos disfrutar de los mejores minutos del Eldana, con una defensa casi perfecta que impedía primero recibir con comodidad y luego lanzar a canasta con claridad, y una actividad ofensiva con gran acierto y trabajo tanto en la defensa de las líneas de pase como en el rebote ofensivo, que le gratifica con una victoria merecida y muy trabajada ante un rival que en la primera fase no había perdido ningún partido, pero que ahora ha desencadenado 3 derrotas consecutivas.