
Foto de Juan Pelegrin
Movistar Estudiantes 73 – Zunder Palencia 83
Soñar es gratis y Zunder Palencia está metiendo las acciones necesarias para que la afición palentina pueda soñar con lo que desee, pero de momento el presente manda y la Copa Princesa es ya una realizad tras la gran victoria de los de Pedro Rivero en Madrid ante un Movistar Estudiantes que sufrió el rodillo palentino del tercer cuarto.

Todo hacía pensar en una gran tarde de baloncesto, a pesar del tiempo en la capital del Reino, la presencia palentina se hizo notar desde más de una hora antes en los alrededores del Wizink Center con la presencia de los casi 200 aficionados desplazados por la Peña Basket Morao, más toda la afición palentina desplazada por sus propios medios que llevaron a tener en las gradas del recinto madrileño a más de 400. Vaya regalo de Reyes.
Nada hacía pensar en una cómoda victoria de los colegiales con una primera parte irregular y un inicio tras el descanso titubeante, pero si algo nos ha enseñado el equipo de Pedro Rivero, es que lo que se pasa en la primera parte del partido se queda en la primera parte y la segunda parte de Zunder Palencia fue para enmarcar.
Salieron los colegiales nerviosos a la cancha madrileña, conscientes de la oportunidad que le había brindado Andorra con su derrota ante Alicante, y eso se notó en el juego ofensivo donde abusaba Palencia de lanzamiento exterior. 6 a 0 de salida de los locales con dos interiores anotando triples, y solo McGrew pasados ya cuatro minutos de cuarto lograba abrir el aro para los palentinos.
Con mucha dificultad y muchos errores de lanzamiento, Palencia se mantenía en el partido y a falta de apenas tres minutos para el final de cuarto, el marcador reflejaba empate a 16 tras un buen triple de Kasibabu, pero lejos de servir para mantener la regularidad, los de Rivero se metían de lleno en el fango contagiándose del ritmo de los locales que en esos apenas tres minutos llevaban el marcador al 24 a 18 del final de cuarto.
El mal juego, principalmente ofensivo, se confirmaba en los inicios del segundo cuarto, con un parcial de 4 a 0 de Estudiantes que llevaban la diferencia a los 10 puntos, la máxima que tendrían los locales en el encuentro, solicitando tiempo muerto Pedro Rivero.
Comenzaban los minutos de Manu Rodríguez que aparecía para romper la sequía anotadora de Palencia, y a gran nivel defensivo, con la batuta de Wintering y el poderío físico de Kasibabu los de Pedro Rivero empezaban a hacer daño, con Wintering anotando la canasta de listo sacando de fondo a la espalda del defensor local y anotando a placer. A falta de dos minutos la diferencia ya era de 6 puntos 37 a 31, pero sensaciones distintas, y tres tiros libres al final del cuarto ponían un esperanzador 37 a 34. Algo había cambiado ya, Estudiantes no había anotado en los dos últimos minutos.
Y tras el descanso el rodillo apareció por fin, tras unos primeros minutos de intercambio de canastas donde Palencia hacía lo de siempre, agotar a su presa hasta que el aliento empieza a fallar, apretando en defensa y agotando las ideas en ataque, los entrenadores rivales siempre achacan este diagnóstico a falta de agresividad de sus equipos, aparecía la mano que mece la cuna de Winteting para poner por delante por primera vez en el partido a los palentinos, y para rematar la faena, el multiusos Kamba mostraba a todos su particular estilo de tres para situar a Palencia con 48 a 61 y llegar al final de cuarto con 50 a 62.
El festival palentino continuaba en los siguientes minutos, con la afición local impactada por el desarrollo del partido y una afición palentina disfrutando de cada canasta de los de Rivero; a falta de 4 minutos la diferencia era de 20 puntos tras triple de Kamba, 57 a 77, y a partir de ahí solo se oyó una voz, la de la afición palentina, porque en la cancha solo la relajación de Palencia en defensa permitía a los de Javi Rodríguez maquillar el resultado final, 73 a 83, victoria, a la Copa Princesa y licencia para soñar.
Partidazo global de los palentinos con un Wintering espectacular, un Kamba que anotaba de todo, un McGrew que hace de todo y casi todo bien, y un Kasibabu que mantuvo a Larsen a raya hasta a lesión, que veremos que alcance tiene ya que por precaución no jugó en la segunda parte.
Coruña y Melilla decidirán si Palencia vuelve a jugar la Copa en casa siete años después.
Más historias
J-3: La tercera derrota llega en Andorra
Previa J-2: Analizando al FC Barcelona
Recordando al Barça que participó en el Torneo Ciudad de Palencia de baloncesto