Tras la destitución en la jornada de ayer de Marco Justo, los entrenadores ayudantes del técnico canario, el palentino Alberto Padilla y Fran Hernández, tendrán que asumir conjuntamente la labor de dirección de Zunder Palencia en el complicado compromiso que mañana se le presenta a Palencia en el Buesa Arena ante Baskonia.
La derrota ante Granada el pasado sábado precipitaba la salida Marco Justo, técnico en el que confió la dirección deportiva del club desde el primer momento apostando por un joven entrenador con ganas de hacer algo importante con los palentinos en su estreno en Liga Endesa, pero la ilusión, los buenos momentos iniciales, se fueron esfumando con el paso de las jornadas hasta repetir una mala actuación en tierras granadinas pero ya más allá de ese mal juego, las sensaciones de falta de confianza de los jugadores en su técnico y lo que el joven técnico canario quería que hicieran.
Centrándonos en Alberto Padilla, el palentino tiene una amplia experiencia en Primera Nacional y EBA, dirigiendo durante tres temporadas a CB Palencia en la Nacional, siendo entrenador ayudante en EBA de Venta de Baños, para asumir el banquillo de Filipenses con el que lograría el ascenso a Liga EBA y con quienes debutaría en esta categoría.
Del banco al banquillo de Zunder Palencia
El técnico palentino cumple ya su cuarta temporada como entrenador ayudante en el banquillo de Palencia, una llegada que tuvo su complicación ya que Alberto Padilla trabajaba en una entidad bancaria de la capital palentina.
El cierre de oficinas y un futuro y previsible traslado a otra localidad facilitaron que «Padi» valorara la oferta de Palencia Baloncesto para entrar a formar parte del cuerpo técnico colegial de la mano de Arturo Álvarez, y en una decisión valiente, en ese verano de la temporada 2020 – 2021 tomaba la decisión de cambiar un futuro profesional seguramente sólido, por la pasión de Alberto Padilla por el baloncesto y ahora, en el equipo de su ciudad, podrá cumplir el sueño de cualquiera de debutar como palentino en el banquillo del equipo de su ciudad y en una histórica cancha como la del Buesa Arena donde se tendrá que enfrentar a uno de los favoritos para el título, el Baskonia.
Sin duda aquella valiente decisión ha tenido su premio (o un marrón), aunque sea de forma temporal y compartida con su compañero Fran Hernández; poco tiempo tendrán de cambiar dinámicas, y la misión de ambos será trabajar mentalmente con la plantilla para llegar de la mejor forma posible al encuentro de mañana.
Ojalá tengan la suerte de su lado.
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