Un derbi nunca es un partido más, se caracterizan por ser partidos cuyo desarrollo no tiene relación con la posición del equipo en la clasificación y habitualmente con juego poco brillante y emoción e intensidad hasta los últimos minutos. Si estos ya son motivos sobrados para vivirlos de forma especial por la sana rivalidad entre ambos equipos, ayer fue un día histórico para Palencia Baloncesto. En el descanso se realizó el acto de retirada del dorsal #10 de Urko Otegi, jugador que en su segunda etapa en Palencia (7 años) fue clave en el crecimiento del club en la LEB Oro y participe de sus mayores éxitos: 2 Copas y Campeonato (2015/16) cuyo ascenso a ACB no se materializó en los despachos. Además del reconocimiento del club, la Peña Basket Morao representada por su presidente Balbino Merino entrego una placa a Urko agradeciendo su compromiso con Palencia Basket y con su afición.
No fue un partido brillante, pero durante el primer tiempo EasyCharger Palencia controló el ritmo del encuentro hasta el descanso, con un excelente papel de Dani Rodríguez llevando el ritmo de juego que interesaba al club morado y con una ventaja de 10 puntos que reflejaba claramente lo que se veía en la pista. Todo se complicó tras el descanso con un Valladolid que llegó a dar la vuelta al marcador, pero que no fue capaz de superar la buena defensa palentina en las últimas acciones, ni frenar a Pope que fue amo y señor del partido durante casi todos sus minutos en pista.
Se inició el derbi con igualdad y alternativas en el marcador, hasta la entrada de Juan Rubio (11-13) cuya presencia fue un punto de inflexión en la defensa local que obtuvo un parcial de 8-0 (19-13) en menos de dos minutos. Hasta ese momento el trabajo de los veteranos Dani Rodríguez y Bamba Fall habían sacado lo mejor de si mismos en el derby. En el primer cuarto ya pudimos ver unos minutos de un Micah Speight mermado, pero que había logrado llegar al partido tras un gran trabajo con el fisio Joseda Revuelta al que el propio Pedro Rivero nombró honoríficamente como MVP del partido. (Ver Rueda de Prensa).
El 22-17 del primer cuarto se redujo a un solo punto de ventaja (22-21) tras un claro atasco ofensivo de ambos equipos, pero especialmente de los morados que tardaron 3 minutos y medio en anotar y lo hicieron con el octavo puntos de Bamba Fall y tras un tiempo muerto de Rivero al que no le gustaba lo que se veía en pista. El cambio fue radical, con un equipo palentino que lograba una ventaja de 11 puntos (37-26) cinco minutos después. La ventaja al descanso era de 10 puntos y mejores sensaciones. De paso habíamos visto los primeros minutos de Ryan Nicholas con EasyCharger Palencia.
Tras el bonito y emotivo acto de la retirada de la camiseta de Urko Otegi el equipo de Rivero salió un poco más espeso y con malas lecturas a la hora de atacar la defensa pucelana. Por el contrario, los de Roberto González atacaba la zona morada con potencia y en caso de ayuda doblaban el balón al jugador liberado para castigar desde 6,75. En menos de cuatro minutos el UEMC-Real Valladolid ya estaba pisando los talones (42-41). El resto del cuarto los vallisoletanos intentaban ponerse por delante en el marcador pero lo máximo que lograron fue empatarlo en dos ocasiones tras sendos triples. Dos libres de Chumi Ortega nos llevaba a un últimos cuarto emocionante e intenso (54-52).
En los últimos diez minutos y como no, desde 6,75 Plantzar culminaba la remontada visitante (58-59). Partido importante y momento caliente, es claramente el momento de Dani Rodríguez, desde aquí al final, el capitán morado dio una exhibición de dirección, anotación y esfuerzo defensivo. Con 63-61, llegó un momento crítico para EasyCharger Palencia cuando una dudosa falta de Prince Ali, se saldó con una técnica y eliminación del alero morado por echarse las manos a la cabeza. Si la falta ya es dudosa, señalara antideportiva en ese momento del partido y por un gesto tan nimio solo puede indicar interés de un árbitro en tomar un protagonismo innecesario. La situación se salvó porque dos de los tres lanzamientos libres concedidos fueron errados y en el siguiente ataque Dani Rodríguez ¡Cómo no! Puso el 65-62. A partir de aquí todo se resume en una excelente defensa palentina que obligo al conjunto de Roberto González a agotar la posesión en varios ataques seguidos hasta el 68-64 final.
Por parte local destacaron especialmente Bamba Fall (su mejor partido en semanas), Juan Rubio (quizá el jugador más mejorado en 2020/21) y de la Leyenda Dani Rodríguez que le regaló un triunfo en el derbi a su amigo Urko Otegi en el dia en que su camiseta con el #10 a la espalda, pasaba a presidir el pabellón palentino.
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