Así, cualquier cosa es posible

Palencia Baloncesto realizó un partido casi perfecto desde el primer segundo hasta el final. León no pudo con la avalancha palentina. Mbappe debutó oficialmente con Palencia.

Baloncesto León 60 – Palencia Baloncesto 91

Estadísticas FEB

Palencia Baloncesto ofreció a los aficionados palentinos desplazados a tierras leonesas un espectáculo brillante de baloncesto, lleno de acierto en el juego y con unas sensaciones que hace mucho tiempo no disfrutábamos.

Todo salió, y salió perfecto, desde el primer segundo del partido se vio otro aire en el equipo. Velocidad en la transición, defensa anticipada,… y sobretodo, se buscó la mejor opción sin precipitarse a pesar del ritmo.

Si los interiores palentinos no encontraban opciones por dentro, sacaban el balón fuera, anotando los exteriores y es que cuando entran desde el principio, todo sale. Moss fue uno de los beneficiados, pero el resto también.

Y sin que los aficionados leoneses se dieran cuenta, Palencia, paso a paso, lograba colocarse con una ventaja que resultaría crucial para el resto del partido porque había dado la tranquilidad necesaria al juego de Palencia, 17 puntos de ventaja.

El segundo cuarto fue para León en su primera parte, defendían mejor, Palencia parecía que no encontraba tantas facilidades defesnvias y se perdían consecutivamente dos de los pocos balones que se perdieron en el partido y alguna duda afloraba ante un León que de la mano de Seawright y algunas acciones de Carlos Fernández, lograba bajar de los 10 puntos de ventaja.

El parcial de 7 a 0 de León, y los tres minutos sin anotar de los palentinos, podían hacer aflorar los nervios así que Natxo tenía que pedir tiempo muerto para cortar la reacción local.

Tras el mismo, Palencia volvió por sus fueros, lograba robar varios balones, no dejaba tiros cómodos en las acciones y volvía a recuperar parte de la ventaja y siendo superior en todo. Los jugadores y la afición creían por fin en la victoria.

Y los dos últimos cuartos fueron para disfrutar, y la afición lo hizo de lo lindo, en cada canasta, en cada acción, no hubo lugar a la reacción porque León, a mediados del tercer cuarto, bajó definitivamente los brazos viendo que era imposible hacer nada o que no les salía nada. La ausencia de Bernabé fue una herida profunda en León en el que Quezada naufragó y Jorge Calvo tuvo algo más de nivel.

Pau Mbappe por fin tuvo su oportunidad, los últimos minutos fueron para él y es el premio al trabajo que día a día realiza para el equipo, impagable en algunos aspectos ya que la recompensa suele tardar en llegar.

La ventaja final es anecdótica, algo que no debe dejar llevarnos a una euforia desenfrenada, es lo que necesitábamos para reaccionar y esperemos que se la primera de muchas para lograr la salvación.

Excelente partido de todo el equipo, sabiendo leer desde el comienzo del mismo el juego rival y el propio, la verdad que es un partido para enmarcar.

Lo mejor: El equipo en sí mismo, ya que a pesar del gran nivel mostrado por varios jugadores, es de esos días en los que no se puede destacar en exceso a nadie porque todos rindieron. Por León Kahiem Seawright sigue demostrando que es uno de los mejores americanos de esta liga pero que en el juego interior leonés está un poco solo.

Y como no, esa afición de Palencia que en una cantidad cercana a las 70 u 80 personas no paró de animar al equipo desde antes del comienzo del encuentro hasta que finalizó, esperando a los jugadores a que salieran del Pabellón de León para brindarles un gran aplauso. De 10, como siempre.

Lo peor: El feo detalle de la directiva leonesa que prohibió el uso de las trompetillas alegando que están prohibidas por la FIBA, algo absolutamente falto ya que las mismas única y exclusivamente se prohibieron en la Campeonato del Mundo de Turquía de este verano. A otros van a engañar.

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