A la final

El sueño se encuentra a tan solo cuarenta minutos, pero para ello habrá que vencer al San Pablo Burgos , el gran favorito, aunque el camino ya quedo señalado en las semis de ayer: gran defensa, ritmo y como no acierto anotador. Esa fue la manera en que los de Pedro Rivero apearon a un Real Valladolid Baloncesto al que le sobró prácticamente todo el segundo tiempo.

Desde luego no fue el inicio soñado en una F4 ya que aunque las aficiones cumplieron en la previa y después en el propio Coliseum, unas inoportunas goteras y después los fallos de megafonía retrasaron y deslucieron el inicio de partido.
Comenzó anotando el equipo de Paco García con una acción de Allen cerca del aro (0-2) pero rápidamente respondió Wintering (2-2) que fue quien decidió el ritmo de partido al que se iba a jugar, mientras Kostadinov ponía por delante a los morados (2-5) con un triple que sería el primero de una gran noche desde más allá de 6.75 (46%). Todo iba rodado con Kasibabu como rey de la pintura, aunque algunos errores en el tiro libre impedían a Zunder Palencia abrir distancia. La entrada de McGrew y Manu Rodríguez, que no estuvieron en el quinteto inicial, dio un nuevo impulso al equipo morado porque hoy volvieron a mostrar su mejor versión. Precisamente un triple de Manu daba la máxima ventaja (19-8) a menos de un minuto del final del cuarto. Precisamente en este primer cuarto vivimos una de las grandes noticias de la noche con el retorno a la competición de Chema González quien jugo los últimos 40 segundos de este primer cuarto que acabó con el 19-8.

No había gutado el arbitraje de los primeros 10 minutos a Paco Garcia y asi se lo hizo saber al trio arbitral antes de inicarse un segundo parcial donde el criterio fue absolutamente diferente al inicial. En lo deportivo se jugó a lo que quizo Mike Torres, mientras N´guessan resultaba imparable cerca del aro. Ante esa reacción pucelana y la defensa zonal de Paco García emergió Chumi Ortega quien especialmente con 3 triples (12 puntos al descanso) lograba evitar la reacción del rival, aunque al descanso las sensaciones de Valladolid habían mejorado mucho (36-32).

Con todo listo para afrontar un partido igualado hasta los instantes finales volvió a aparecer el Zunder Palencia arrollador en los terceros cuartos. Gracias a Kovacevic la ventaja morada se redujo a 2 puntos (36-34), pero un parcial de 23-4 (59-38) en los siguientes 6 minutos 30 segundos, dejo el partido visto para sentencia, y todo lo que vino después sobró.
Zunder Palencia vivió un (inesperado) cómodo final de partido (90-60) y ya solo a pensar en un San Pablo Burgos que venció a un complicadísimo (64-69) partido a un Gipuzkoa Basket cuyo final de temporada es magnífico.
¡Hoy puede ser un gran día!