Partidazo, sin premio para Palencia

A Palencia le sobraron los últimos segundos del partido tras otra gran remontada en el último cuarto. Un gran espectáculo en la cancha y en la grada, que solamente afeó la casera actuación de los colegiados. Cerca de 100 palentinos que animaron a Palencia y se hicieron oir, a pesar de la prohibición de la directiva leonesa de introducir trompetas.

Baloncesto León 88 – Palencia Baloncesto 87

Estadísticas

Cruel forma de perder pero satisfechos de nuevo por el espíritu de lucha del equipo, que remontó en el último cuarto, silenció el Palacio de los Deportes de León poniéndose por delante Palencia pero perdiendo prácticamente en la última jugada del partido.

No todo fue espectáculo, como viene siendo habitual en los últimos partidos, Palencia no salió concentrado en defensa y acabó la primera parte con 52 puntos encajados. Tampoco De Grado estará muy satisfecho porque tampoco su equipo estuvo fino de defensa en esta primera parte.

El partido comenzaba con canasta de León, una canasta que era rápidamente contestada por Diouf tras rebote ofensivo y que replicaba Quezada con el primero de los triples con los que León martilleó la canasta palentina durante la primera parte del encuentro.

En estos primeros minutos era el equipo local el que llevaba la voz cantante, apoyados por un Mortellaro que fue una pesadilla para Palencia durante el partido. Aun así, tras un par de minutos de intercambio de canastas Palencia, tras anotar un triple Moss, lograba empatar el partido y tenía la oportunidad de ponerse por delante, pero tres rebotes ofensivos de Diouf, debajo de canasta leonesa, no acaban con premio.

Tras esta jugada León volvía a coger una pequeña ventaja y con 18 a 13, Lezkano tenía que pedir tiempo muerto para pedir más intensidad a los suyos. El tiempo muerto surtía algo de efecto, Palencia se volvía a poner a un solo punto tras anotar un tiro libre Xavier pero de nuevo dos canastas consecutivas de los locales , más tiros libres daban 7 puntos de ventaja a León, aunque en el último minuto se lograba reducir la diferencia hasta el 32 a 24 al final de este cuarto.

Lamentablemente, el penoso primer cuarto de los colegiados empeoró en el segundo, y en solo 3 minutos, la pareja formada por Cubero y Martinez Prada, señaló 5 faltas a los palentinos, una situación que lejos de amilanar a los colegiales, provocó el enfado de los aficionados palentinos que ya se esperaban esa encerrona antes de empezar, y activó el ataque palentino y aunque a falta de poco para el descanso León alcanzara su máxima ventaja de la primera parte (52 a 42), dos tiros libres y una canasta de O’Leray, dejanron la diferencia final en solo 6, 52 a 44.

Tras el descanso las cosas comenzaban bien, un triple de Xavier y un mate de Diouf, nos dejaban cerca de la remontada pero casi 5 minutos sin anotar de los palentinos, facilitaban que los locales, ya menos acertados desde la línea de tres, lograran marcharse hasta la máxima ventaja del partido para León, 70 – 57.

En ese momento volvía aparecer O’Leary, primero con un triple y luego con una acción individual que tras suspense entraba dentro. Xavier se unía tras estar varios minutos en el banquillo y anotaba un tiro libre mientras que Mena recuperaba un balón y anotaba en contrataque poniendo un 70 a 65, más justo para lo visto aunque una postrera canasta local lo dejara en 72 a 65.

Lo mejor del partido quedó para el final, los colegiados habían dejado ya en paz a Palencia y ahora ya se veía más libertad en el juego de los palentinos. Aun así León salía de nuevo más concetrado y dos acciones consecutivas de Julio González, volvían a disparar las diferencias hasta los 11 puntos (78 -67).

Diouf fue el protagonista de los siguiente minutos, primero con un mate que nos ponía con 79 a 70 y después al provocar una clara antideportiva de Mortellaro en un contrataque en el que se disponía a machacar la canasta. La jugada abría la puerta de la esperabaza ya que tras el tiro libre anotado por el pivot, la jugada concluía con un triple de Swanston,  79 a 74.

A León le había llegado la caraja en el momento importante y Palencia se aprovechó. Un 2 +1 de Braov, nos ponía a un punto, mientras que tras mate de Diouf, una espectacular recuperación de Mena nos ponía por primera vez por delante en el partido, 83 a 84.

Los últimos minutos fueron de pura emoción. Primero Bernabé anotaba un triple que levantaba a la grada local pero era Swanston el que le devolvía jugada con otro que ponía a los palentinos de nuevo por encima.

De Grado pedía tiempo muerto, les quedaba justo un ataque y a Palencia le quedaba una falta por hacer. Bravo defiende y cuando más necesitamos que piten falta los colegiados (dos buenos golpes de Bravo logran casi recuperar la pelota), van y no la pitan, con un par de jugadores leoneses viviendo en la zona y tampoco lo pitan y Quezada ante el delirio local, anota.

A Palencia le quedaba un segundo largo para intentarlo, tiempo muerto de Lezcano, y Moss recibe desde el frontal del triple pero no anota. Fin de la historia en un buen y entretenido partido, que se pudo llevar cualquiera de los dos pero que quedó en casa.

Lo mejor: El espíritu guerrero del equipo palentino que volvió a dar la vuelta a un partido y que por poco no se lo llevó. Por Palencia destacó la dirección y defensa de Mena más las recuperaciones del base madrileño junto a Xavier,el gran trabajo de Diouf que crece día a día y un jugador que le está poniendo las cosas muy difíciles a Lezcano, Kyle Swanston.

Lo peor: Como preveíamos, el arbitraje, casero rozando el esperpento en el segundo cuarto, aunque fueron nuestros propios errores, en defensa en el primer cuarto, y en los tiros libres en los momentos importantes, los que resultaron finalmente más decisivos. La absurda prohibición de la directiva de León de introducir trompetas para animar, única cancha en la LEB Oro en la que está prohibido. El primer cuarto de Palencia en el que no se defendió, recibiendo 32 puntos. Aunque pueda parece lo contrario, se intentó forzar la cuarta falta en la última jugada pero los colegiados no pitaron nada.

Imágenes del encuentro